jueves, 12 de enero de 2012


1.2.2.2.2.2 Ya veo… No es la primera vez que lo hace, por lo que me dicen. Pero nadie había sido tan valiente, o tan loco, como para dar la respuesta que se merecen sus chanchullos. Puedo asegurarte que pagará por sus crímenes, yo me ocuparé personalmente hablando con mi padre. Pero tu crimen no puede quedar sin castigo: has avergonzado a mi familia golpeando a un sirviente de mi padre en Palacio. Eso es un delito de lesa majestad: una traición a su Rey. Sólo hay una redención posible para ello: la senda del Matador. Así que elige. O bien tomas el juramento de Grimmir y mesas tus cabellos, en cuyo caso encontraré la forma de mandar soldados a proteger a tu clan, o bien ve de Palacio incólume, pero no esperes contar con nuestra ayuda. Mi casa no protege a los que no tienen honor para cargar con el peso de sus propias acciones.
1.2.2.2.2.2.1 Me raparé mi escasa barba y os seguiré a la muerte, mi señor.

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