jueves, 12 de enero de 2012


3. Frío, hambre y trabajo, mientras cargas el último de los mulos de tu patrón. Doce horas de duros esfuerzos, y el comerciante pone unas monedas de cobre en tu mano y te despide con un gesto. Tu pago de hoy.
Con eso deberás mantener a Helga y a su hijo, que ya empieza a hablar y a dar los primeros pasos. Gotrek se fue hace meses, en una expedición comercial a Altdorf que ya tendría que haber regresado. Quién sabe si volverá, pues aceptó el trabajo con desesperación para daros toda la prima de alistamiento. Ya os la habéis gastado hace semanas. En cuanto a tu padre, la ciudad lo ha destrozado. Pasa el día frente a una jarra de cerveza, sin hablar con nadie. A veces aparece vagando por las calles tras pasar días fuera de casa, otras con la cara destrozada por algún atracador.
A veces, al tenderte sobre tu duro lecho, en el suelo de la habitación que compartís todos, te preguntas si no hubiera sido más dulce y piadosa la muerte, y luego sueñas con Borgburg.
FIN

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